✍️ Escribir para no explotar
Hay días en que una se siente como una olla de presión emocional: la tapa bailando, el vapor silbando, y cualquier cucharón que se cruce puede acabar derretido en el drama. La maldad se me sube a los hombros y la cordura se la grasa de las caderas. Y entonces, en vez de lanzarme a incendiar una panadería (porque los carbohidratos no tienen la culpa de nada), descubrí esto: escribir me salva . Sí. Como suena. Escribir es terapia . Y no me refiero a escribir bonito, ni con comas puestas donde van (aunque si van, mejor, porque el caos ya está en mi cabeza). Todas las angustias que peregrinan comienzan a sentir dolor de pies y se sientan. Se regresan al pasado o al futuro. Escribir es un acto brutal, dulce y liberador de soltar lo que duele, lo que pesa, lo que arde… y lo que a veces hace cosquillas también. 💌 La hoja no juzga (aunque a veces se arruga) La escritura es como ese amigo que no interrumpe. Que no te dice “¡Pero eso no es tan grave!” ni te lanza un “ estás exagerando”. La h...