Fortaleza vs Debilidad
Nos enseñaron a pensar que ser fuerte es no llorar, no pedir ayuda, soportar todo en silencio . Como si la fortaleza fuera un escudo que nos protege de ser lastimados. Pero esa idea es infantil, ingenua. Porque no existe alguien tan fuerte como para no ser atravesado por la vida. A todos nos entran las balas. Somos seres sensibles. La vulnerabilidad no es un defecto: es una condición humana. Negarla es vivir con una máscara que tarde o temprano se quiebra. Es llevar la dureza, la cara de roca pensando que la piedra no tiene corazón. Cuando alguien se empeña en mostrarse fuerte todo el tiempo, suele estar ocultando un profundo miedo a ser herido, rechazado o abandonado. Incluso se esconde de sí mismo. Esa “fortaleza” termina siendo una cárcel de barrotes demasiados rígidos. Y lo paradójico es que quien no se permite ser vulnerable, tampoco se permite amar de verdad. Porque para amar hay que arriesgar, hay que exponerse, hay que soltar.... y sobre todo, saber y estar dispuesto a ...