Carta terapéutica del niño interior a mamá
Querida Mamá:
Desde lo más profundo de mi alma, hoy quiero hablarte desde mi niño interior. Ese niño que un día solo necesitaba tu mirada, tu abrazo, tu presencia… y que aún vive dentro de mí.
Te honro como la grande que me dio la vida. Reconozco todo lo que hiciste con lo que tenías, lo que sabías, lo que podías. Hoy veo con el corazón que no necesitabas ser perfecta, solo ser tú.
Quizá hubo momentos que me dolieron, silencios que no entendí, gestos que me confundieron.
Pero hoy, desde este lugar de conciencia y amor, los dejo ir.
No para olvidar, sino para tomar mi lugar como tu hijo y permitir que la vida fluya libremente a través de mí.
Gracias por darme la vida, por ser el canal que me trajo a este mundo.
Yo soy el pequeño y tú eres la grande. Tú das, yo recibo.
Y desde aquí, en mi alma, me inclino ante ti con amor y gratitud. Con todo mi corazón, tu hijo.
Comentarios
Publicar un comentario