Romper el ciclo (1)
Si vienes de una familia donde nadie ha terminado la escuela o ha ido a la universidad, es posible que cargues con el programa de no reconocimiento. Este programa no es algo que hayas elegido conscientemente, sino que se forma a través de los patrones y creencias que se transmiten en tu entorno familiar. Sin darte cuenta, puedes sentir que no mereces ser visto o reconocido, que tus logros no valen tanto, o que destacar en áreas en las que tu familia no lo ha hecho es de alguna manera una traición a quienes te rodean.
¿Cómo se manifiesta esta lealtad inconsciente?
A menudo, este tipo de lealtad se presenta como una auto-sabotaje. Quizás inicias proyectos, pero nunca los terminas. O sientes que, por más esfuerzo que pongas, algo te frena. Ese freno suele ser un tipo de lealtad oculta a tu familia. A nivel profundo, puedes pensar que si sobresales, te apartarás de ellos o romperás ese lazo invisible que te une. Es como si inconscientemente te dijeras: "Si ellos no lo lograron, ¿por qué habría de hacerlo yo?" O, "si tengo éxito, ya no seré parte de mi familia."
Lealtad al fracaso o al estancamiento
Esta lealtad al "no reconocimiento" puede tomar muchas formas. A veces, es el miedo al éxito por temor a que te perciban como arrogante o desleal. Otras veces, es una resistencia a asumir tu propio valor y capacidades, porque hacerlo te pondría en una posición diferente a la de tu familia. Tal vez en tu casa se celebraba la supervivencia, el esfuerzo sin recompensa, y el sufrimiento como un valor. En ese contexto, tener éxito en algo como terminar la escuela o ir a la universidad puede sentirse como una falta de respeto o una amenaza a esos valores familiares.
Romper el ciclo: honrar a tu familia de otra manera
La forma de sanar esta lealtad y romper el ciclo es reconociendo que no necesitas sacrificar tu éxito para ser fiel a tu familia. De hecho, honrar a tu familia puede significar abrir caminos que ellos no pudieron recorrer. Lograr lo que ellos no alcanzaron no te hace menos parte de ellos, sino un reflejo de lo que su lucha ha permitido.
Terminar la escuela o ir a la universidad puede ser un acto de amor y reconocimiento hacia tus padres, abuelos o ancestros que, por las circunstancias de la vida, no tuvieron esas oportunidades. Al hacerlo, les das un nuevo lugar en la historia familiar, mostrándoles que su esfuerzo y sacrificio no fue en vano.Ser leal a tu familia no significa repetir sus mismos patrones, sino transformarlos. Puedes llevar en tu corazón todo lo que ellos han vivido y, al mismo tiempo, elegir un camino de crecimiento y expansión personal. Tu éxito no te separa de ellos; te conecta con una nueva posibilidad de futuro. Y al reconocerte a ti mismo, estás también reconociendo la historia que te trajo hasta aquí, permitiendo que las próximas generaciones vivan con más libertad.
Chuchi
Comentarios
Publicar un comentario