Este dolor es mío


 Cerrar ciclos es un acto de liberación y crecimiento personal que nos permite dejar atrás el pasado y abrirnos a nuevas experiencias. A través de este proceso, nos liberamos de cargas emocionales, fortalecemos nuestra autoestima y creamos espacio para una vida más plena y auténtica. 

Al cerrar ciclos, abrazamos nuestra capacidad de transformarnos y evolucionar, permitiéndonos vivir con mayor libertad y propósito.

Pero cerrar ciclos no implica ausencia de dolor, todo lo contrario. Incluso hay ciclos que se cierran solo, son como ceros o aretes medios abiertos que se auto cierran.

En ningún caso, si hay un compromiso emocional es fácil o simple y menos, rápido. Aunque tu mente te diga busque consuelo o resignación, hay una parte interior, que murmura y patalea.

Hay ciclos y ciclos. Algunos son ciclos de expectativas que llegado un momento de la vida, ya sabes que se censuro por el paso del tiempo, "ya no tuviste hijos"; "no te casaste de blanco,""no te enamoraste de tu hombre ideal," "no corriste desnuda por la playa sin que el trasero se flamee como una gelatina sin sabor".

A esos ciclos, algunos llegan con un cierre relámpago sin demasiadas vueltas. Por que no eran tan importantes quién los canceló.

Pero, otros ciclos, esos que se ven interrumpidos por la vida misma, porque el famoso "así son las cosas" o por "es la ley de la vida," esos resultan tan abruptos y odiosos que suelen ser más quisquillosos a la hora de cerrarse, te seducen y te manipulan, te hace creer "ya nos hemos cerrado" y confías en ellos, ¿Por qué no? "Hemos confiado en cada uno! y luego... se abren como una palma en busca de apoyo... 

...Esos son temibles y terribles, molestos, te rompen todas las veces que te armas y te vuelves a desarmar...y se llevan todo, porque ya no eres la misma... esos ciclos son los que llevan el nombre de "este dolor es mío".

Y a veces, te pelas con ellos, y le dices "ok, todo bien, pero este dolor es mío" y te abrazas al dolor como un pañuelo sin alma y sientes el frío de la nada misma y quieres gritar y te muerdes la lengua, porque sabes, que "este dolor es mío"... es mío... ya te estás cerrando y yo sólo me quedo con este dolor, y sin darnos cuenta, abrirnos un ciclo nuevo.

Se cierra el ciclo original y nace el ciclo de la mutilación, de la pérdida, del dolor es mío... del vacío, de la inoperancia, de la incomprensión, del llanto, de la toma de conciencia, de que nunca más nada será como era antes...

Este dolor es mío... renuncio con honores al vestido que nunca me pondré, al amor que jamás tuve, a los hijos que no parí, a los desnudos, a las aventuras, a probarlo todo... pero no quiero ni me permito renunciar a este ciclo, de sentir, que este dolor es mío. 

Este dolor es mío, este dolor es mío y nadie, incluso cuando lo pudiera explicar, nadie jamás entendería mi dolor, porque nadie está en mi corazón y entonces, refrendo, este dolor es mío, amor, mi amor, mi vida, este dolor es mío.

Es directamente proporcional al amor que siento por vos. Entonces, te imaginas, muchoooo dolor.. Muchísimo, infinito y más allá para siempre, incluso en los sueños.

Te extraño y este dolor es mío.


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