Cómo no dejarse atrapar por envidias y brujerías
Quizás el título pueda sonar un
poco fantástico, porque muchas mentes racionales pensarán ¿Brujería? ¿Malas
vibras? ¿Trabajos? Esas cosas no existen. Y claro así resultará para aquellos
que sólo creen en lo que ven. Pero ¿Ves acaso tus pensamientos? ¿Ves acaso el
aire que respiras? ¿Qué diferencia existe entre esas entidades y las envidias
de las personas? También podrías preguntarte ¿A mí quién me va a envidiar si no
tengo nada? Pero el universo no funciona tan literal como creemos.
En principio quiero decirte que
no se trata de lo que tengamos o no, sino de lo que los demás aspiren en su
vida, por eso mientras crees que eres una pobrecita a la que todo le va mal,
otros verán en ti un imperio maravilloso, porque todo depende del cristal con
el que se mira.
Por otro lado, para encarar
puntualmente el tema de la magia, es necesario entender que el ser humano tiene
varios cuerpos además del físico, orgánico u biológico. Uno de ellos es el
campo cuerpo emocional o astral que es el encargado de procesar las emociones
que luego sentimos en el biológico. El cuerpo astral es un cuerpo de luz, es
decir de energía, que vibra información formada de nuestros sentimientos
conscientes e inconscientes.
Este campo es también llamado
campo morfogenetico, y lo compartimos con todas las criaturas del planeta,
tenemos un campo de energía personal y otro como individuo de la especie que
conformamos.
En nuestro campo personal
vibramos, digamos, sonamos con una música especial, que atrae a nuestras vidas
experiencias de la misma frecuencia, y es acá dónde entran “las malas vibras” o
“ la mala suerte”…
Así como está la creencia de que
un virus en el ambiente puede contagiarte algo, el ambiente en el que vivimos
está plagado de emociones de todos los que comparten ese espacio, incluso el
transporte público, un teatro, un cine, cualquier espacio en el que haya habido
o haya gente. Repito somos más de lo que vemos. Y la energía de lo que somos,
pensamientos y sentimientos, está presente. Es decir que somos influidos no
solo por nuestros pensamientos y emociones sino que también por el medio
ambiente emocional que nos rodea.
Cuando alguien nos envidia, o
piensa cosas negativas sobre nosotros, o lo mismo cuando nosotros lo hacemos
sobre alguien más, ese pensamiento tiene una fuerza creadora que se
materializa. Es decir, imagina que los pensamientos son como flechas que se
lanzan y luego caen en algún sitio.
Ahora bien, ¿ qué podemos hacer
para que esas cosas no nos afecten?
Simple, mantente en tu eje. ¿Qué
es eso?... Mantente en PAZ, en armonía, y cuida lo que piensas, para asegurarte
sentirte bien.
Quien irradia alegría solo
atraerá a su vida experiencias del mismo calibre
Quién irradia contribución solo
atraerá a su vida experiencias del mismo calibre
La mejor manera de que ningún
virus biológico o emocional te afecte es que uses protección, y la mejor es
aprender a vivir sin resentimientos ni rencores.
Independientemente de los
sucesos, de lo que haya ocurrido, suelta, y libera, maneja una energía libre de
odio estancando, de reproches podridos, de venganzas sin sentido.
Lo que te haya dolido, ya te
dolió, ahora sana tu vida, amándote y perdonando.
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