Me doy permiso

Me doy permiso para Ser quién soy sin pedir perdón por ello, aceptando que soy diferente a todos, y que por ello soy única. Qué hay gente parecida a mí, que comparte opiniones, pero que soy irrepetible. Por lo tanto renuncio a la comparación, a la pretensión de ser tal o cual, a la exigencia de querer encajar para ser aceptada, a la ironía de rebajarme o "actuar-me" de forma diferente a mí para ser aprobada o para no crear conflicto.
Me doy permiso de cambiar de opinión las veces que así lo crea necesario, a adaptarme al momento, a elegirme entre los demás, a ser amorosa, valiente y arriesgada; a cambiar de rumbo o sueño cuando ya no me sienta a gusto o fluyendo en paz y armonía.
Me doy permiso de limpiar mi presente. De renunciar a lo que me agrada si eso es nocivo para mi salud, a desintoxicarme de los alimentos, pensamientos y gente tóxica.
Me doy permiso de liberarme del auto-castigo, de entender mi finitud y mis limitaciones, de renunciar a las creencias limitantes que me hacen pensar de mi que no soy lo suficiente.
Me doy permiso a revindicar mi poder personal, a no permitir que otros pretendan con sus carencias, inseguridades, o manipulaciones robarse mis días, mis horas, mis sueños, mis momentos.
Me doy permiso de equivocarme, arrepentirme, ser leal a mi intuición, valorar mis sentimientos, mi forma de ver la vida, a defraudar a otros si siento expuesta mi dignidad personal.
Me doy permiso para no criticarme, para erradicar los debería, para borrar números rojos, para anular al yo ideal.
Me doy permiso de ser quién soy, sin que por ello sienta vergüenza o culpa.
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